
Simplemente fue genial. Domingo por la noche, Barata en Mirapampa, ya se los extrañaba… Una presentación con mucha garra y energía, no sólo desde de la banda sino que también por parte de la gente que acompañó en gran número. Esta vez, cerca de 200 personas se dieron cita para escucharlos: para conocerlos, unos, y para seguir disfrutándolos, otros.
Un día frío en la ciudad de La Plata, necesitada del calor que le puso Barata a la noche pasadas las 22:30. Los temas se sucedieron cada vez con mayor intensidad y conexión entre los del escenario y la barra de amigos que los sigue a todos lados. El show empezó con En los sueños, de Catupecu y, con el correr de las canciones, entre covers y temas propios, sonaron 11 temas en el primer bloque, cerrándolo con Para una birra.
Luego de un breve receso, la banda volvió al escenario con cambio de vestuario: remeras blancas con la clásica tipografía y, por supuesto, el tradicional cangrejo que acompaña a la banda en el reverso de la casaca. Con energías renovadas, la banda brindó un espectacular segundo bloque, comenzando con la clásica Intro, seguida de Yo te dije.
El clímax de la noche tuvo lugar con cinco temas propios continuados: Mi estrella, Tu socio, Cansado, Sábado y Miguel. El clima cambió para revolver el aire, la seguidilla elevó al público asistente, llevándolo a un recital más próximo a la esencia de la banda. Hacia el final, dos canciones de No te va gustar cerraron la segunda parte: Te voy a levar y No era cierto. Por más que Seba imploraba para que se apiaden de su voz, no podían quedar afuera los bises, y es por eso que al unísono todos los presentasen Mirapampa pidieron por una canción más.
La noche se empezó a cerrar con un improvisado Entre la tierra y el cielo para finalizar con un enganchado de tres canciones: Amigos, Presente y Paloma. Sin dudas una noche de Mirapamapa inolvidable para Barata y para los Mulos, la ya bautizada barra que los sigue a todas partes.